miércoles, 22 de febrero de 2012

CUERPO Y VERDAD

CUERPO Y VERDAD

NESTOR ALONSO SANCHEZ
UNIVERSIDAD DEL VALLE CALI

MERCADOS Y SUBASTAS :

Gestos, miradas, olores, colores, sabores, espacios, cosas, juventudes, bellezas.

Luego...
Instrucción, amor, asco, negocio,

Entonces...
Expropiación, maltrato,  poder.
Verdad ?

HORMIGAS Y BUHOS :

Cuidarse, quererse, valorarse, respetarse, experimentarse, tecnificarse, funcionarse, plusvalerse, sortearse, vivenciarse, embellecerse, caracterizarse,

Luego... Dinero,

 Entonces...
Caricia.

Verdad ?

AFRODICTA :

La ternura, la aceptación, el afecto, la confianza, la desnudez, la totalidad,
                                    Luego
o Entonces......
La pareja.

Verdad ?

BOHEMIA :

Anécdotas, biografías, satisfacciones, imágenes, marcas, poesías, muertes,

Luego, entonces...
Culturas.

Verdad ?
...El cuerpo es un conjunto de órganos, un aparato mecánico, una caja oscura limitada por la piel que requiere de un experto que la ausculte, ora en la morgue, ora en el quirófano... ; el cuerpo queda en manos o en ojos de un otro que no es quien lo porta, ni es quien lo vive o lo sufre, queda a disposición de un “EXPERTO”.  Experto de qué ? Del cuerpo de los demás.

Médicos, psiquiatras, psicólogos, profesores, abogados : Sabios del cuerpo de los demás.

Todos y cada uno desde su lugar dirigen sus miradas hacia el otro y desde allí lo definen, lo dictaminan, lo controlan, lo vigilan y hasta lo “liberan”.  Es una construcción del cuerpo que se opera desde afuera, desde aquel lugar que tiene un supremo poder : LA VERDAD.

Quién tiene la verdad ? El sabio, el chamán, el brujo, el médico, el maestro, el profesional ?

Nadie sabe, pero cuando se trata de ella, lo que queda en evidencia es que detrás de aquel sujeto que la pretende enunciar hay una institución que le asusa y le permite cierto poder.  El poder de la palabra : El discurso. Todos sabemos que, por ejemplo, aquel oficio de las parteras fue prohibido por tratarse de un acto de brujas o por no cumplir los requisitos de una higiene o por contravenir los desarrollos de una disciplina que “si sabía : la medicina. Surge la enfermería como aquella institucionalización de un saber que se constituye bajo unas normas, bajo un orden normativo. Bajo el imperio de la verdad institucionalizada.

Así mismo ocurre con el saber acerca del cuerpo.  Hoy todos tenemos cuerpo, lo vivimos, lo sufrimos, lo gozamos ; pero es aquel dispositivo de las verdades institucionales quien nos lo define, ejerciendo sobre nuestro saber una exclusión, en tanto que “se nos puede probar que estamos equivocados”.

Aventurémonos a otro error y  permitámonos pensar aquellos cuerpos que, como aquel oscuro objeto del deseo de saber ?, poder ?, placer ?, dolor ?, se nos presentan para enunciar un mandato al modo de : “he aquí tu cuerpo, hazlo tuyo mientras yo pueda”. Imperativo que se confunde con otras voces que también se proponen, con mayor o menor sutileza ordenar el cuerpo.

De momento un hálito nos empuja a enunciar nuestro alarido, al mismo tiempo de atraparlo en la norma, definiendo a su estruendo como el cuerpo de cada uno : estadillo de la carne, quiza ya polvo pero constituída como un cuerpo-lengua un cuerpo lingüístico que si bien sufre y/o acaricia, lo hace en esa palabra del sujeto que vive en nuestro mundo fantasioso, y se yergue en un ordenamiento discursivo o perece en el olvido del discurso que ya no lo nombra (acordémonos, por ejemplo, del día en que para nosotros nació Platón, el Fausto de Goethe o el Molov de el Paraíso Perdido miltoniano o el cuerpo que nace en el niño Dios o que muere anualmente en Jesucristo).

Caemos en la cuenta de aquel engaño “EXPERTO” operado por mil verdades jurídicas que dan a los órganos de carne y hueso la potestad sobre el cuerpo.  Verdades que desdeñando de lo que puede el cuerpo o la poesía, sepultan sus argumentos con las palabras de un positivismo enternecido con los objetos de un panóptico científico.

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